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ARTÍCULO | UN MUNDO CON SILICE VOL. 4

Cuando se reviste un horno de inducción de crisol con una masa seca de sílice, aun siendo el tiempo de exposición breve, es fácil que se produzcan concentraciones significativas de SCR, lo que hace obligatorio el uso de equipos de protección individual (EPIs), y en particular equipos de protección respiratoria (EPRs)

Estas breves notas que venimos publicando desde INSERTEC, surgen a raíz de la nueva legislación en materia de SCR. Esta legislación, más allá de las exigencias reguladas, obliga a una adaptación y modernización de los métodos de trabajo, en los sectores que manipulen este material. Así, la instalación de refractarios deberá incorporar elementos tecnológicos que garanticen la máxima seguridad de los operarios, los cuales además deberán contar con una capacitación para desarrollar adecuadamente sus tareas en esta nueva realidad.

Hoy se hace imprescindible el uso de EPIs y EPRs, considerando que la propia legislación cita su uso con el objeto de garantizar la mínima exposición de los trabajadores a SCR.

No obstante, la base de la prevención y actualización metodológica debe ser la prevención colectiva, las soluciones técnicas. Los refractaristas, coordinados con los fabricantes de hornos, debemos avanzar en automatización de procesos y mejoras tecnológicas en los próximos años. El reto, técnicamente complejo aunque irrenunciable, es desarrollar los equipos y métodos de trabajo que eviten, en lo posible, la proximidad y contacto del operario con el material seco.

En tanto se desarrollen los avances tecnológicos (a los que nos referiremos en el próximo capítulo), es clave el uso adecuado de EPIs y EPRs, así como otras medidas complementarias. Destacamos algunas, de forma no exhaustiva:

  • Zonas y taquillas separadas para ropa de calle y ropa de trabajo.
  • Remarcamos la necesidad de que las zonas estén separadas, no son válidas las dobles taquillas contiguas.
  • Acotar, si es posible, o como mínimo identificar, el área de realización de revestimiento.
  • Colocar un identificativo que se está realizando el revestimiento.
  • Prohibición de acceso a la zona a personal ajeno a la operación.
  • Aspiración del horno
  • No se podrá derribar ni revestir un horno sin que su sistema de aspiración funcione correctamente y despliegue su eficacia para estas tareas. Esto puede requerir adaptar mediante elementos específicos el caudal de aspiración existente.
  • Buzo desechable
  • Deberá cubrir completamente todo nuestro cuerpo.
  • Deberá tener capucha para tapar también la cabeza
  • Solo quedará al descubierto una pequeña porción de nuestra cara.
  • Una vez usado, nos desprenderemos de él con precaución sin generar polvo a nuestro alrededor.
  • Tras su uso, se aplicará el oportuno tratamiento como desecho contaminado.
  • Botas de Seguridad
  • Como cualquier trabajo en fundición.
  • No se deben limpiar con métodos que pongan el polvo en suspensión, y en ningún caso soplando. Idealmente deberían aspirarse.
  • Guantes
  • Como cualquier trabajo en fundición.
  • Equipos de Protección Respiratoria
  • Siempre grado de filtración “P3”, y en función de la exposición previsible, se deberá optar por semimáscara con filtros, equipos autofiltrantes o incluso equipos asistidos con línea de aire limpio.
  • Las mascarillas desechables, salvo para exposiciones a baja concentración, no son recomendables, dadas las dificultades para lograr un buen ajuste.
  • El EPR ha de recibir la máxima importancia, en cuanto a formación en su buen uso, mantenimiento, limpieza y garantía de eficacia.

La limpieza de la ropa de trabajo y/o buzo nunca se debe realizar con aire comprimido. Las cabinas de limpieza personal basan la limpieza en soplar con boquillas de aire comprimido, con lo que la sobreexposición puede ser similar a la limpieza con pistola controlada por el usuario. Por ello, en tanto no se cuente con cabinas que eviten o reduzcan de forma drástica el polvo en la zona de respiración, deberá aspirarse la ropa.

En definitiva, las nuevas prácticas de higiene personal irán configurando el nuevo escenario de trabajo en derribo y reconstrucción de hornos, a lo que se sumarán los avances tecnológicos que necesariamente se irán desarrollando e implantando.

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