El pretratamiento de la escoria es la fase final dentro de una estrategia integral de reciclaje del aluminio. Su objetivo es aumentar la concentración metálica de la escoria antes de la fusión, separando las impurezas y óxidos no metálicos. Esta etapa mejora el rendimiento del proceso y reduce drásticamente los costes operativos y la generación de residuos.
1. Objetivo del pretratamiento
Transformar una escoria “pobre” (30–40 % de aluminio) en un concentrado con más del 70 % de contenido metálico. El proceso separa las fracciones no deseadas —óxidos, residuos férricos y contaminantes—, maximizando la pureza del concentrado que posteriormente se introducirá en el horno rotativo.
2. Etapas del proceso
El pretratamiento combina operaciones mecánicas de trituración, cribado y clasificación por tamaño de partícula:
1. Tolva de carga y alimentación primaria.
2. Molino de impacto (primario): fragmenta la escoria en piezas de 30–100 mm.
3. Criba 1: separa la fracción gruesa (>100 mm) de la fracción media (1–30 mm).
4. Molino centrífugo (secundario): refina la fracción media y libera el aluminio atrapado.
5. Criba 2 y filtración: separación final de óxidos y acumulación del polvo en silos.
El resultado es un producto concentrado con más del 70 % de Al, listo para una fusión eficiente.
3. Datos operativos típicos
Producto: escoria blanca de aluminio.
Densidad: 1,2–1,3 t/m³.
Rango de entrada: 0–500 mm; peso máximo por pieza: 100 kg.
Capacidad: 10–40 t/h.
Granulometría final: >100 mm, 30–100 mm, 1–30 mm y 0–1 mm.
4. Beneficios técnicos y económicos
El pretratamiento tiene un impacto directo sobre los indicadores de eficiencia:

Además, el proceso permite operar con un consumo energético global más bajo (400 kWh/t de entrada) y aumenta la disponibilidad de la planta al reducir las paradas por limpieza o mantenimiento.
5. Sostenibilidad y valor añadido
El pretratamiento no solo mejora la recuperación metálica, sino que también reduce la huella ambiental del reciclaje del aluminio:
– Disminuye el volumen de residuos enviados a vertedero.
– Reduce el uso de sales y fundentes agresivos.
– Optimiza la trazabilidad y el control de emisiones.
– Favorece la economía circular al reincorporar materiales de alta pureza al ciclo productivo.
Conclusión
La combinación del reciclaje interno de escoria caliente con el pretratamiento constituye la estrategia más eficiente y sostenible para las fundiciones modernas. El resultado es una mejora simultánea en el rendimiento metálico, los costes operativos y la responsabilidad ambiental, situando el reciclaje de escorias como un pilar fundamental en la transición hacia la industria del aluminio del futuro.
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