Llegado el verano, los hormigones refractarios pueden sufrir notables variaciones en su comportamiento de fraguado durante los minutos siguientes al mezclado. Es lo que se conoce como “fraguado rápido” en inglés “Quick setting”.
Así, un hormigón refractario hidráulico instalado a 20ºC de temperatura externa puede tener un fraguado normal con un inicio del mismo pasado 1 hora, siendo necesario 12 horas antes de su desmoldeo final. Si el mismo hormigón, se instala a 37ºC, el inicio del fraguado puede ocurrir en 10 minutos, sin tiempo casi de ser instalado y endureciendo a los 15 minutos. Este anormal comportamiento es debido a una rápida acción del cemento aluminoso aumentando su temperatura en el mezclado y comienzo de la rápida cristalización del mismo.
Algo similar ocurre con los hormigones de liga fosfática. De por sí, estos hormigones generan un importante calor en su fraguado, llegado a los 55ºC en menos de 10-15 minutos a una temperatura de 20ºC. Si la temperatura externa es muy alta, el tiempo de fraguado es de muy pocos minutos, pudiendo quedar duro el hormigón en la propia mezcladora.
Por todo ello, en verano, cuando la temperatura externa es elevada, es necesario tener presentes algunas normas básicas.
1. Almacenar siempre tanto el hormigón como los líquidos en la sombra.
2. Si es posible, utilizar siempre agua a una temperatura inferior a los 20ºC. En el caso de los líquidos especiales para los hormigones de liga fosfática o liga química, se hace necesario la refrigeración de los mismos.
3. Cuando sea posible, hormigonar cuando el calor externo sea menor: de noche o primera hora de la mañana.
4. Disponer siempre de productos retardantes de inicio de fraguado de hormigones hidráulicos.
5. Asegurar que la mezcladora está limpia, libre de impurezas que aceleran los fraguados y empeoran las propiedades mecánicas.