Hace unas semanas, el gobierno español anunciaba la aprobación del Real Decreto de Envases y Residuos de Envases. Se trata de una actualización de la normativa en vigor desde hace más de 20 años que busca avanzar hacia la implantación de la economía circular y alcanzar objetivos europeos en cuanto a reducción de envases y reciclado de los mismos.
Para conseguirlo, se propone trabajar en 4 grandes áreas:
– Prevención de residuos de envases
– Fomento de la venta a granel de alimentos
– Aumento de la reutilización de envases y de la reciclabilidad
– Reciclado de los envases
El Decreto, entre otras medidas, plantea hacer obligatorio el uso de sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) para las botellas de plástico y las latas de aluminio si no se cumplen unos objetivos mínimos de recogida separada (70% en 2023; 85% en 2027).
En el caso de aplicarse, el consumidor pagará un suplemento en concepto de depósito cada vez que compra una bebida. Para recuperar esta finanza, tendrá que depositar el envase vacío en máquinas de revending inverso que, según se prevé, se ubicarán en centros comerciales y comercios de todo tipo: la compensación podrá hacerse en metálico o con cupones.
Implicaciones del Real Decreto de Envases y Residuos de Envases en el sector del reciclado de aluminio
La utilización de sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) no es algo novedoso en el sector alimentario. Nacido en Suecia en la década de los 80, está ampliamente utilizado en determinados países para la gestión de envases reutilizables.
Su aplicación a los envases de un solo uso es todavía mucho más residual y las pruebas piloto realizadas hasta ahora han permitido, principalmente, entender a qué problemáticas se enfrenta el sistema: puntos de depósito insuficientes, necesidad de un smartphone, proceso de reciclaje sin trazabilidad, incompleto y/o ineficiente…
Son muchas las cuestiones que el gobierno español tendrá que resolver. Si lo hace aportará una solución verdaderamente beneficiosa para el medioambiente, los ciudadanos, pero también para la industria del reciclaje del aluminio que tendrá acceso a una prima de mayor calidad en volúmenes mucho más importantes.